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Cada uno en su casa y Dios en la de todos

  • 28 May 2025
  • Opinión
per Toni Rodriguez Pujol
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Hay una sentencia poco conocida -no sabemos de qué nacionalidad- que dice que el Cielo es aquel lugar donde los policías son ingleses, los ingenieros, alemanes, los organizadores, suizos, los amantes, italianos y los cocineros, franceses.

Por el contrario, el Infierno seria aquel lugar donde los policías serían alemanes, los ingenieros, franceses, los organizadores, italianos; los amantes, suizos y los cocineros, ingleses.

Ignoramos cómo sería el Purgatorio, pero siguiendo la tesis de fondo de la sentencia, que indica que cada cual sirve para lo que sirve, y la trasladamos al mundo de la empresa, veremos que el Cielo estaría donde los economistas gestionan los recursos económicos; los abogados, las relaciones contractuales; los sociólogos, los recursos humanos; los directores de comunicación, las relaciones públicas y mediáticas; y los directores comerciales, las relaciones comerciales, aunque sea cierto que en esta vida todo el mundo vende algo, tal y como cantaba Peret: “que levante la mano el que no venda ná”. 

¿Y el líder?, se preguntarán algunos. Pues el líder es aquel que sabe un poco de todo, pero nunca tanto como sus colaboradores en sus respectivas especialidades, con quienes comparte respeto, buen rollo y liderazgo horizontal.

Pero bueno, ya sabemos que el mundo no es perfecto y que entre el Cielo y el Infierno está el Purgatorio, un espacio flexible y en principio temporal que acoge muchas de esas entidades con las funciones mal ordenadas.

Concretamente, existe una disfunción que afecta el trabajo de un dircom o de una agencia de comunicación que constituye un pecado mortal de necesidad: la gestión de las relaciones públicas y mediáticas realizada por cualquier professional sin la preparación ni la experiencia adecuadas.

Perqué el problema es que con esto de la comunicación todo el mundo se atreve.

Y luego pasa lo que pasa: que el Purgatorio se hace eterno.  

¡Feliz mes de junio!