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Establecimientos Viena, un cliente de proximidad

  • 29 Oct 2025
  • Opinión
per Toni Rodriguez Pujol
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El primer contacto que se estableció entre Establiments Viena e Intermèdia fue hacia el año 2004 y, desde ese primer momento, surgió una relación proveedor-cliente realmente creativa que hace que hoy en día, más de 20 años después de aquellos inicios, sea Marta García, actual directora de Innovación y Cliente de la empresa, quien con motivo de nuestro 35º aniversario declare que: “Intermèdia forma parte de la historia y de la memoria de Viena. Fueron mucho más que colaboradores: durante aquellos años se convirtieron en compañeros de viaje, nos ayudaron a darnos a conocer, a crecer y a profesionalizarnos, y nos hicieron sentir siempre bien acompañados”.

Marta García, entonces Directora de Comunicación de la empresa, fue la interlocutora habitual de la agencia en aquella apasionante tarea de posicionar a Viena como una referencia local de comida rápida de proximidad y confianza, por delante de marcas extranjeras como McDonald’s y otras.

La cadena tiene su origen en un frankfurt inaugurado en 1969 en Sabadell por Silvestre Siscart y Pere Llorens, dos buenos amigos procedentes del mundo textil que, ante los primeros signos de agotamiento del sector, dieron un giro espectacular a sus vidas y se dedicaron a la restauración, y más concretamente, a una restauración fast food de calidad, que Siscart había conocido y apreciado directamente en algunos viajes de trabajo por Europa Central.

Hoy en día, Viena cuenta con casi medio centenar de establecimientos en toda Cataluña y Andorra, que dan empleo a unos 1.500 trabajadores y disponen de una cocina propia donde se elaboran diariamente sus recetas, embutidos y otros productos frescos, incluyendo el pan, que se elabora en dos obradores ubicados en Sabadell.

Los locales son de tres tipos: urbanos, en centros comerciales y tipo chalet, donde se puede aparcar o incluso recoger la comida sin necesidad de bajar del coche.

EL GRAN CRECIMIENTO

“Intermèdia apareció en nuestras vidas en 2004, cuando Viena aún era una empresa pequeña y local. Nos acompañaron en un momento clave de nuestro crecimiento, ayudándonos a darnos a conocer en todo el país y abriéndonos las puertas del mundo de los medios de comunicación”, recuerda Marta García.

Efectivamente, una de las primeras tareas de Intermèdia consistió en construir un relato sobre los valores alimentarios, sociales y económicos del grupo, identificar a aquellos periodistas de diferentes medios que pudieran sentirse más interesados en el proyecto, organizar sesiones de formación de portavoces y gestión de crisis para sus directivos, y establecer una red de relaciones de confianza con todo tipo de prescriptores, periodistas y críticos gastronómicos.

Para apoyar esta estrategia, contábamos con un calendario bastante intenso de inauguraciones de nuevos locales (Blanes, Sabadell, Terrassa, Olot, Andorra…), lo que nos permitía —como sigue explicando Marta García— “compartir desayunos y otros momentos especiales con periodistas e instituciones, enseñándonos a convivir con la prensa, a hacer llegar nuestra voz y a explicar la evolución de una empresa familiar que quería crecer con solidez”.

Además de convocar y organizar ruedas de prensa, redactar y emitir notas informativas, la agencia también propuso saludar a determinados programas de radio enviándoles un desayuno en homenaje a su labor, detalle que fue muy bien recibido en todos los casos.

EL MEJOR FLAUTÍ IBÉRIC DEL MUNDO

Especialmente desde que, en 2006, el periodista y crítico gastronómico de The New York Times, Mark Bittman, calificó el Flautí Ibèric de Viena como “el mejor bocadillo que he comido nunca” en su columna de la sección Travel, publicada durante más de 13 años en el suplemento del gran diario neoyorquino. A raíz de esto, Intermèdia pudo proponer y llevar a cabo un ambicioso programa de proyección de imagen.

Un momento especialmente interesante fue también la celebración del 40º aniversario, en 2009, con un libro conmemorativo y una gran cena, un proyecto en el que Intermèdia acompañó a Viena tanto en la organización como en la ejecución. También en aquellos momentos en que la empresa fue reconocida con premios a la calidad lingüística, a la restauración de edificios emblemáticos y con diversos galardones empresariales e institucionales “que nos ayudaron a dar un paso más en nuestra trayectoria”.

En 2008, Marc Siscart, hijo de uno de los fundadores y doctor en Economía, protagonizó un importante relevo generacional, después de haber pasado casi diez años estudiando y trabajando en Nueva York y Toronto, dos ciudades donde la gastronomía “casual” es un fenómeno habitual integrado en las rutinas diarias de sus ciudadanos y que —con el correspondiente aumento de calidad— sirvió de base para la creación de un modelo de negocio “dirigido al público local, más que a los turistas que nos visitan”, en palabras del propio Siscart.

Actualmente, Establiments Viena, que factura 90 millones de euros al año, conserva —nuevamente en palabras de Marta García— “un recuerdo imborrable de Arola (Bofill) y Meritxell Arús, por su proximidad y compromiso, y muy especialmente de Toni (Rodríguez), que con paciencia y sabiduría se convirtió en un auténtico mentor en el mundo de la comunicación”.

Un recuerdo también imborrable para nosotros que, por cierto, tenemos un Viena muy cerca de nuestras oficinas.