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La Comunicación de los dos Papas más mediáticos.

  • 28 Abr 2025
  • Opinión
per Agustí Rodríguez Mas
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Juan Pablo II y Francisco: Dos papas, dos estilos, una misma misión comunicativa

La muerte del Papa Francisco este 21 de abril de 2025 ha dejado una profunda huella en el corazón de millones. Su legado, marcado por la humildad, la inclusión y el compromiso social, se sumará a la memoria colectiva de una Iglesia que en las últimas décadas ha vivido transformaciones decisivas. En este contexto, surge inevitable la comparación con otro gigante de la historia reciente del Vaticano: Juan Pablo II.

Ambos pontífices no solo marcaron época por sus mensajes, sino también por cómo los comunicaron. Vivieron en momentos históricos muy distintos, pero compartieron una visión clara: la necesidad de acercar la Iglesia al mundo a través de los medios y las nuevas herramientas de comunicación.

Juan Pablo II: el Papa que abrazó los medios tradicionales

Karol Wojtyła asumió el papado en 1978, en plena expansión de la televisión global. Su formación intelectual, su pasado como actor y su carisma natural lo convirtieron rápidamente en una figura mediática.

¿Y qué herramientas utilizo allá por los años 80? Vamos con ellas:

  • Radio Vaticano: Modernizó su infraestructura y amplió su alcance a decenas de idiomas. La radio se convirtió en su canal cotidiano para mensajes pastorales.
  • Televisión: Permitió que sus misas y viajes apostólicos fueran transmitidos en vivo a nivel mundial. Utilizó la televisión como plataforma de evangelización masiva.
  • Fotografía y prensa escrita: Comprendió el poder de la imagen. Las fotografías de Juan Pablo II abrazando niños, orando o saludando multitudes fueron portada en miles de periódicos.
  • Cine y documentales: Apareció en producciones audiovisuales religiosas que ayudaron a difundir su figura y pensamiento.
  • Publicaciones y libros: Obras como Cruzando el umbral de la Esperanza se convirtieron en best sellers internacionales.
  • En 1995, aprobó el lanzamiento de vatican.va, el primer portal oficial del Vaticano, iniciando la presencia digital de la Iglesia.

El Papa Francisco llegó a su pontificado con la eclosión de las redes sociales. Y la adaptación fue rápida y muy clara:

  • Twitter (@Pontifex): Fue el primer Papa en usar activamente redes sociales. Publicaba reflexiones breves que llegaban a millones de personas en distintos idiomas.
  • Instagram: Compartía imágenes con mensajes de esperanza, encuentros con personas vulnerables y momentos íntimos de su vida pastoral.
  • YouTube y transmisiones en vivo: Misas, audiencias generales y mensajes eran transmitidos globalmente en tiempo real por plataformas digitales.
  • Documentales en plataformas de streaming: Participó en producciones como “Pope Francis: A Man of His Word” y “Amén: Francisco responde”, donde respondía preguntas reales de jóvenes de todo el mundo.
  • Podcast y mensajes multimedia: Utilizó formatos contemporáneos para llegar especialmente a jóvenes y no creyentes.
  • Mensajes para el Día de las Comunicaciones Sociales: Aprovechó estas ocasiones para reflexionar sobre el papel de los medios, llamando a la verdad, la ética y el respeto en el entorno digital.

Dos estilos, un mismo propósito

Juan Pablo II fue el pionero: llevó la figura papal a las pantallas del mundo entero. Francisco fue el innovador digital: llevó la voz del Papa al bolsillo de cada persona, en tiempo real, sin importar dónde estuviera.

 

Donde uno llenaba estadios y encabezaba portadas, el otro respondía preguntas por streaming y tuiteaba mensajes de misericordia. Ambos entendieron que el mensaje de Cristo no puede estar ajeno a las herramientas de cada época.

El futuro de la comunicación en la Iglesia

La muerte de Francisco no solo cierra un ciclo pastoral, sino también una etapa de la comunicación eclesial. Ahora la Iglesia enfrenta el desafío de elegir a un nuevo líder capaz de continuar esta línea: fiel al mensaje, pero abierto a las herramientas del presente y del futuro.

Juan Pablo II y Francisco demostraron que la fe se transmite mejor cuando encuentra el lenguaje adecuado para cada generación. En sus manos, la palabra de Dios viajó por ondas de radio, cables de fibra óptica y algoritmos digitales. Y llegó más lejos que nunca.