- La compañía ha llegado a un acuerdo con la entidad igualadina Joguines sense Fronteres, que dará una segunda vida a todos los juguetes recogidos
La primera edición de la campaña solidaria de recogida de juguetes de Estabanell ha superado con creces todas las previsiones. En sólo una semana, la compañía ha logrado reunir cerca de un millar de piezas de juego —entre peluches, juegos de mesa, puzzles e incluso cajas de clics completamente nuevas— gracias a la complicidad de sus clientes.
En la Garriga, la respuesta ha sido especialmente destacada, llenándose una decena de cajas grandes sólo en este punto. La iniciativa, que se difundió entre todos los clientes de Estabanell, se canalizó a través de las oficinas de atención al cliente de Tona, Granollers y la Garriga, que han actuado como centros de recogida.
Para garantizar que todos los juguetes lleguen a quien más los necesita, Estabanell ha llegado a un acuerdo con la entidad igualadina Joguines sense Fronteres. La entidad será la encargada de almacenar, clasificar y distribuir los juguetes a una amplia red de colectivos vulnerables: familias, guarderías, escuelas, centros especiales, residencias de personas mayores, servicios sociales, ONG, centros penitenciarios, fundaciones, bancos de alimentos y hospitales, entre otros.
Una iniciativa que refleja la forma de hacer de Estabanell
Estabanell ha impulsado su primera campaña de recogida de juguetes como parte de su compromiso con la sociedad y de una fórmula que fomenta cooperación y la sostenibilidad, en tanto que promueve una 'segunda vida' para los juguetes. En este sentido, Lídia Caba, directora de Experiencia de Cliente y Marketing de Estabanell explica que “estamos muy contentos por la acogida que ha tenido la iniciativa porque, para nosotros, sólo tiene sentido lo que hacemos si está alineado con nuestros valores, como el del compromiso y el acompañamiento en este caso, y si fortalece el vínculo con la comunidad y aporta un valor real al territorio y a las personas".
Caba destaca que "esta experiencia nos ha permitido confirmar, una vez más, que cuando empresa y comunidad cooperan, una iniciativa sencilla puede acabar teniendo un impacto positivo, tangible y real que se verá reflejado en las caras de los niños y niñas que recibirán estos juguetes".