- El sector crece un 43% en siete años y alcanza un VAB de 4.200 M€
- El nombre de asalariados se ha duplicado desde 2008 y las fundaciones ya representan el 2,8% de la ocupación catalana
- Las fundaciones presten más de 42 millones de servicios al año e impliquen a 45.000 personas voluntarias
- La Coordinadora Catalana de Fundaciones reclama mayor apoyo al mecenazgo y políticas para reducir los desequilibrios territoriales
El sector fundacional catalán sigue mostrando una gran fortaleza económica y social. Según la tercera edición del informe Las fundaciones en Cataluña, un sector económico, elaborado por el Observatorio de Fundaciones de la Coordinadora Catalana de Fundaciones (CCF), las fundaciones catalanas han generado un valor añadido bruto (VAB) de 4.200 millones de euros entre 2016 y 2022, con un crecimiento acumulado del 43,3%, muy por encima del crecimientos global de la economía catalana en el mismo perídodo (21%).
Con más de 100.000 empleos directos, las fundaciones representen el 2,8% de la ocupación total en Cataluña. El incremento del 33,4% en el nombre de trabajadores desde 2016 evidencia un comportamiento anticíclico especialmente relevante durante las crisis económicas y sanitarias. Esta capacidad de crear empleo y mantenerlo en contextos adversos confirma el carácter resiliente del sector fundacional. Además, la participación de más de 45.000 voluntarios complementa el esfuerzo de los profesionales y asegura el compromiso ciudadano y el papel de las fundaciones como espacios de participación y transformación social.
Al empleo generado por las fundaciones y la participación de las personas voluntarias, debe sumarse la contribución de los 14.681 patronos y patrones que configuran los órganos de gobierno de las fundaciones, con un total de 161.727 personas dedicadas a causas de interés general. Este compromiso ciudadano refuerza el papel de las fundaciones como vertebradores de la sociedad civil catalana y como espacios de participación y transformación social.
En 2022, las fundaciones prestaron 42,3 millones de servicios a personas beneficiarias, lo que representa un ratio de 5,5 servicios por habitante. El sector cuenta con más de 2.000 entidades activas, con una fuerte presencia en ámbitos como la cultura (37%), la acción social (27%), la educación (6%) y la investigación (3%).
En términos económicos, el sector alcanzó 6.198 millones de euros en ingresos anuales, de los cuales el 70% procede de la prestación de servicios y el 30% de subvenciones y donaciones. El valor de los activos administrados por las fundaciones asciende a 10.800 millones de euros, consolidando un modelo diversificado y sostenible.
Retos y oportunidades
A pesar de estos logros, el informe señala desequilibrios territoriales: casi el 70% de las fundaciones se concentran en el área metropolitana, mientras que territorios como las Terres de l'Ebre (1,2%) o el Alt Pirineu y Aran (1,3%) continúan infrarepresentados. Esta asimetría exige políticas específicas para garantizar una distribución más equitativa de los beneficios del sector.
El estudio destaca también el incremento del 80% en el gasto en I+D, todavía por debajo del 1% del VAB, y subraya la necesidad de impulsar la innovación y la transformación digital para afrontar los retos de futuro. Asimismo, pone de relieve la creciente dependencia de fondos públicos, y aboga por un marco normativo que incentive el mecenazgo y la filantropía para reequilibrar la financiación y reforzar la autonomía del sector. "Es imprescindible adaptar las leyes a la realidad actual de las fundaciones, reconociendo su peso económico y el papel estratégico en la cohesión social del país", afirma Eugenia Bieto, presidenta de la Coordinadora Catalana de Fundaciones.
Una apuesta por la transparencia y la rendición de cuentas
Esta tercera edición del informe consolida una serie de datos iniciada en 2016 y representa un ejercicio riguroso de transparencia, con datos agregados de más de 2.000 fundaciones que han presentado sus cuentas anuales en el Protectorado. Es una valiosa herramienta para mostrar con claridad el impacto real del sector fundacional y favorecer una mejor comprensión y reconocimiento social de su labor.
Según Silvina Vázquez, responsable del Observatorio de Fundaciones de la CCF, "este estudio no solo muestra el impacto económico y social del sector, sino que también ofrece una base de datos sólida y contrastada para que instituciones, medios y la ciudadanía entiendan mejor lo que representan las fundaciones en Cataluña. Nuestro objetivo es aportar rigor, transparencia y conocimiento útil para la utilidad".