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Buena reentrée

  • 01 Oct 2013
  • Opinió
per Toni Rodriguez Pujol
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office-workers

Hora de trabajar.

Dicen que en Cataluña, y más concretamente en Barcelona, el curso no empieza realmente hasta que han pasado las fiestas de la Mercè, cuando la gente ha retirado banderas y damascos, el Parlament celebra la primera sesión de política general y el Barça acaba de probar al equipo ideal de la temporada. Un montón de cosas que, huelga decirlo, provocan grandes especulaciones, tertulias públicas y privadas, interpretaciones varias y una visible gesticulación mediática.

No obstante, con lo que nos topamos cada lunes por la mañana, ya arremangados e iniciando la jornada, es con la necesidad de hacer bien nuestro trabajo, tanto si nos hemos levantado muy pronto como si nos acostamos tarde dándole vueltas al asunto.

Y esa necesidad, que es económica pero también estrictamente antropológica, reclamará ser satisfecha en cualquier circunstancia de presente o de futuro. Está claro que las emociones y los sentimientos mueven el mundo, pero de vez en cuando conviene separar el corazón de la máquina y pensar que cualquiera que sea la herramienta finalmente adquirida habrá que seguir echándole corazón para que funcione adecuadamente.

Un estado, un estatuto, una autonomía o una región administrativa no son más que diferentes herramientas legales que el derecho político pone a disposición de los ciudadanos para organizarse y relacionarse con sus vecinos. La solución final será el resultado de las diversas dialécticas puestas actualmente en marcha y, sin duda, los sentimientos que las acompañen.

Hace poco, una alcaldesa joven del área metropolitana barcelonesa decía en un desayuno de la Fundación Olof Palme que la gestión de los sentimientos también forma parte de la política. Cierto. Pero también es cierto que es la gestión del trabajo la que nos debe permitir ser productivos en cualquier escenario de futuro que la historia nos tenga preparado. Porque, tanto si se admite como si no, aún no vivimos del futuro sino del presente; cada siete días será lunes y cada final de mes tendremos que pasar cuentas. Porque nuestra obligación consiste en tratar de mejorar las cosas y procurar ser cada día un poco más dignos, sabios y felices.

Feliz reentrée para todos.