The Big Bang Theory (La Teoría del Big Bang) es una serie cómica estadounidense protagonizada por dos jóvenes físicos que comparten piso y trabajo en la Universidad de California. Pese a ser superdotados para la ciencia, Sheldon y Leonard parecen tener pocas habilidades sociales y les cuesta interaccionar con la gente corriente. ¿Son los únicos referentes de la cultura científica popular más allá de la Nobel Marie Curie? Ésta es una de las cuestiones a la que luego volveremos.
La ingeniería viene del latín ingênium que quiere decir “ingenio”. Según la Enciclopedia catalana, el ingenio es «espíritu de invención, habilidad o apta para encontrar los medios a la hora de conseguir o ejecutar algo». Sea cual sea.
Maria Salamero es ingeniería por la Escuela Superior Industrial de Barcelona (ETSEIB) de la UPC y MBA por EADA. Empezó su trayectoria en el Grupo Agbar de muy joven donde ha ejercido distintas responsabilidades en operaciones, tecnología, investigación, innovación, sostenibilidad o comunicación. Actualmente es presidenta -la primera- de l’Associació d’Enginyers Industrials de Catalunya fundada en 1863 y directiva de sostenibilidad del Grupo Celsa.
Nos encontramos en el corazón de Barcelona poco después de la serie de conciertos de Coldplay en Montjuïc, la Reunión del Cercle d’Economia en el Hotel W y en plenas negociaciones electorales. El reloj vital de Barcelona no para y los ingenieros tienen muy claro qué papel protagonista quieren jugar. ¡Por muchos años a todos los Ingenieros Industriales! Os deseo al menos otros 160 años. Por Revoluciones Industriales no será.
El origen del ingenio Salamero
Empecemos hablando de la adolescencia de Maria Salamero y el porqué de la Ingeniería industrial. De pequeña quería hacer barcos de vela y con los años ha liderado estructuras líquidas y ha trabajado la economía circular. No hay nada como navegar por un mar de ingenieros.
-¿Por qué estudió Ingeniería industrial?
No tenía demasiado claro lo que quería hacer. Me gusta conjugar diferentes disciplinas de la mejor forma posible. En casa somos una familia de mucha tradición ingeniera. Mi padre es ingeniero industrial al igual que mi tío y mis primos. Me gusta la tecnología, la técnica, el humanismo y la organización.
-Quería hacer barcos de vela.
Yo navegaba y estaba emocionada con la ingeniería naval pero debía ir a estudiar a Madrid. Era adolescente y había visto demasiadas películas como La fuerza del viento… Opté por una ingeniería mucho más multidisciplinar y abierta que me permitiera desarrollarme como persona y profesional a la vez que decidía mi camino. Me gustaba sobre todo solucionar problemas que tuvieran una motivación medioambiental, así como grandes retos de la sociedad.
-Toda una carrera profesional en el sector del Agua y el Medio Ambiente.
Cogí la especialidad de técnicas energéticas para las renovables. Empecé en la cooperativa Ecotecnia con las placas solares o los aerogeneradores. Me interesaba mucho la fusión nuclear. Hice prácticas en Clabsa (Alcantarillado de Barcelona) nacida durante los Juegos Olímpicos de 1992 y entonces propiedad del Grupo Agbar. Hice el proyecto final de carrera sobre el sistema de regulación de válvulas compuertas en función de la lluvia y de la red de almacenamiento de agua con depósitos soterrados. En total estuve más de 25 años en Agbar.
-Hace 10 años lideró el Centro Tecnológico del Agua y hace no tanto también la Escuela del Agua.
Siempre he atado tecnología y personas. Esto no funciona si no hay personas con conocimiento, talento y empuje para sacar adelante un proyecto. He vivido de cerca la tecnología y el control del alcantarillado y las aguas residuales y fluviales, pero también la gestión y la transferencia del conocimiento o la innovación tecnológica.
-¿El conocimiento llega a la sociedad?
Tenemos un país con muy buenas universidades públicas y centros tecnológicos, pero el riesgo es que la investigación no se transfiera y no se utilice en la empresa, las startups o la sociedad. Todo fluye mucho más si generamos centros que aten la investigación y la universidad con la empresa. La FP Dual es una buena forma de transferir conocimiento en proyectos y personas.
-¿Qué hace ahora en CELSA?
CELSA trabaja por el Medio Ambiente y en este caso fabrica acero a partir de chatarra reciclada. ¿Dónde van a parar los residuos de coches, neveras o electrodomésticos? Trabajamos la economía circular y tengo la motivación de ligar la ingeniería con la garantía de la transición ecológica y el desarrollo de la sociedad.
-¿Nos falta más y mejor colaboración público-privada?
Hay colaboración público-privada, pero todavía es uno de los grandes retos que tenemos en Cataluña. Une lo mejor de ambos mundos: la regulación de la parte pública y el talento, la tecnología o la aceleración de procesos de la parte privada.
La película de los ingenieros no se explica
La cultura popular es manifiesta de muchas formas diferentes. El cine es seguramente una de sus expresiones más conocidas. Pero, ¿quiénes son los buenos y quiénes son los malos de la película? La industria decide y de esta decisión cuelga también el protagonismo de los ingenieros de cara al público. De los empresarios también queremos hablar de que hace demasiado tiempo que se les ha colocado el papel de malos.
-¿Cómo es el ingeniero del siglo XXI?
El ingeniero debe ser muy polivalente y estar formado en muchas disciplinas. Se debe formar gente de base que después si es necesario se pueda especializar. Yo no me he especializado demasiado y eso precisamente me ha permitido transitar en el oficio y liderar diferentes iniciativas como la Asociación de Ingenieros Industriales.
-La experiencia y la especialización son un grado.
La tecnología avanza muy rápido. Antes no teníamos móvil ni Chat GPT y pronto la tecnología será ya distinta. Especializarse demasiado puede significar no saber evolucionar. Se deben tener unas bases de física, química, matemáticas o dibujo para poder encontrar buenas soluciones. El ingeniero debe ser muy polivalente y tener propósito, así como la capacidad de abordar todos los retos. También está el salario emocional.
-Hablemos del salario emocional.
Los ingenieros están poco valorados económicamente. Faltarán 200.000 ingenieros en los próximos 10 años, según datos del Observatorio de la Ingeniería de España. A los ingenieros se les tiene que pagar como toca, porque sino se marchan fuera. Hay que plantearles retos importantes y darles responsabilidad. Nadie entendería que un médico no liderara Salut, que un abogado no liderara Justicia pero en cambio, no hay un ingeniero liderante Infraestructuras. ¿Por qué no existen ingenieros liderando ciertas administraciones?
-¿Por qué?
Seguramente es por dos motivos. Uno es nuestra culpa porque no hemos sabido ponernos en valor como colectivo. Los ingenieros somos mucho que hacer y poco que contar. Serlo y parecerlo es importante y nosotros no nos hemos vendido bien. Tanto la ingeniería como la empresa generan un rechazo a la sociedad.
-¿Qué hacer contra ese rechazo?
Cataluña tiene un sector industrial que representa un 20% del PIB y un colectivo de aproximadamente 120.000 ingenieros e ingenieras en el mercado laboral, de los 600.000 que hay en España. Aportamos mucho y eso que estoy hablando sólo de datos directos. Por ejemplo, CELSA da trabajo directo a 7.000 personas y genera trabajo para 70.000 personas. Sin embargo, la sociedad demoniza a la empresa.
-El malo de la película.
El empresario suele ser malo. Ahora bien, preguntémonos: ¿cómo contribuye una empresa a la descarbonización? ¿Cómo contribuye una empresa a generar empleo de calidad? ¿Qué me dices de la Formación Profesional? Las empresas necesitan mucho talento y aquí hay mucho mercado. Hay una parte de lo que se dice sobre la profesión que es verdad, pero todos hemos visto series de médicos, periodistas o filósofos. La única serie en la que hay científicos e ingenieros es The Big Bang Theory.
-¿Le gusta la serie?
-Es muy divertida, pero nos posiciona como frikis de la ciencia y la tecnología. No es un referente ni ayuda a los más pequeños a la hora de elegir Ingeniería. De hecho, faltan referentes del mundo de la ingeniería.
Referentes y líderes de carne y hueso
Nos adentramos en la palabra ingenio y en los referentes de carne y hueso. No es suficiente con Marie Curie y hay que romper el estigma: los ingenieros son líderes de país y pueden serlo aún más.
-¿Qué es el ingenio?
Una palabra muy bonita. Los ingenieros aportamos soluciones con ingenio a un problema. Esto es lo que hacemos y problemas hay muchos. Los referentes que tenemos hoy son masculinos.
-¿Nos faltan mujeres ingenieras?
Si vas a una escuela y preguntas por los referentes femeninos te hablarán seguro de Marie Curie. Hace ya muchos años que existió… Hay muchas mujeres que han hecho y hacen cosas interesantes. Se necesitan referentes de carne y hueso.
-¿Cómo, por ejemplo?
En el Colegio tenemos una junta paritaria con la vicepresidenta mundial de Seat o la directora técnica de Vall d’Hebrón. Referentes. Falta visibilidad y también que nosotros mismas damos el paso. Hemos creado una comisión de equidad, tecnología y futuro. La equidad no sólo va de género, sino también de edad porque los ingenieros seniors también son importantes y tienen mucho que decir. Tenemos un decálogo de objetivos concretos para asumir el relevo de acuerdo a la equidad. En la junta también hay una presidenta y un decano. Paridad absoluta, pero me gusta primero hablar de talento.
-¿Talento femenino?
La paridad es necesaria para que haya un cambio, pero también me gustaría que ya no se hablara de liderazgo femenino porque eso significaría que ya se ha naturalizado. La empresa está desprestigiada porque no nos hemos explicado bien, al tiempo que la tecnología no se ha presentado de forma atractiva. Existe un tema de referentes, vocabulario y casos.
-Póngame un ejemplo.
En el Construmat se dio un premio importante. En Cataluña fuimos capaces de construir cinco hospitales en 20 semanas gracias a la colaboración público-privada y la participación de empresas industriales, ingenieros, constructoras o talento. Esto es lo que podemos hacer como país.
-Romper el estigma: ingenieros líderes.
Líderes de país, líderes de las administraciones, líderes de las empresas… Antes había muchos liderazgos de grandes familias dentro del sector industrial, pero todo esto se ha ido perdiendo. De hecho, el 27% del PIB era industrial durante el 2000 y ahora estamos en un ratio del 20% del PIB. También hemos colaborado con el Pacto Industrial de Catalunya. Cataluña será industrial o no será.
-Todo un clásico, pero ¿nos lo creemos de verdad?
Yo me lo creo, y el Colegio de Ingenieros también. La sociedad también debe ver que la empresa y la industria pueden ser claves hacia la transición ecológica justa. Lo he vivido con CELSA: la gente ve una fábrica y cree que contamina, pero resulta que es humo blanco que está refrigerando. O lo que decía antes de la chatarra… Quienes gestionan el agua le están dando una nueva vida al poder ser reutilizada gracias a tecnología, personas, empresas y acuerdo público-privados.
El modelo industrial a seguir
Ya se sabe que en la vida puede que se empiece hablando de la adolescencia y se acabe hablando del modelo. A menudo se habla de los nórdicos por tamaño e importancia. Catalunya es seguramente un modelo a seguir para muchos países, pero lejos de la autocomplacencia no debe perderse nunca el horizonte.
– La economía catalana: ¿industria, servicios o viceversa?
Todo va atado. La empresa de servicios tiene tecnología y necesita industria. No sé si es primero el huevo o la gallina, pero Cataluña debe evolucionar hacia más industria y sobre todo que garantice esta transición ecológica. Hemos avanzado mucho con las biotech, la sanidad, la tecnología desde las TIC o el software. El 98% de empresas en Cataluña son pymes y hay muchos ingenieros trabajando. Personalmente defiendo mucho la industria que ayuda y contribuye a la transición verde y esto puede ser sector energético, agua o residuos, etc.
-¿Cuál es el modelo de industria?
Depende. Alemania es un referente en la gestión del talento industrial. Ahora estamos copiando su modelo de formación profesional, así como copiamos el modelo de doctorados industriales. El PHD es un must en Alemania o Estados Unidos, pero aquí no se valora lo más mínimo. Los países nórdicos son referentes en transferencia tecnológica o innovación. Hay que ir a buscar el millode de cada país, pero sobre todo sin menospreciar a Catalunya.
-¿Catalunya es referente?
Puede ser y lo es…. Es el Make it happen. Pongámonos. Tenemos infraestructuras, inversiones, talento… Hagámoslo posible con un buen cóctel. Desde la administración también deben agilizarse ciertos procesos de creación de empresas, así como autorizaciones ambientales para aplicar nuevas tecnologías.
-¿La administración agiliza o frena la actividad empresarial?
Generalizar es difícil y no quiero ser categórica. La administración debe ser un dinamizador, pero hay momentos en los que Cataluña hace sufrir como país del no. Lo perfecto es enemigo de… Se debe analizar todo en cada momento y aplicarle la mejor solución disponible. Si se analiza demasiado entonces se paraliza y las cosas no ocurren.
-La famosa parálisis del análisis.
-En Catalunya queremos ser tan perfectos y lo miramos todo tanto para no hacer nada mal hecho que al final se deja de hacer. Se deben tomar las mejores decisiones y hacerlas estructurales. Las infraestructuras no pueden cambiar en cada período electoral. Si se decide un modelo hidráulico, debe ejecutarse porque sino al cabo de 10 años volvemos a estar en sequía. Si se apuesta por el agua regenerada, hagámoslo. Si se apuesta por la movilidad sostenible, hagámoslo. Ahora bien, queremos descarbonizarnos pero hay industrias que sólo se mueven por camiones y no están descarbonizados. Tenemos un problema ferroviario. Se necesita análisis a la vez que decisiones con rigor y hacia delante que perduren en el tiempo.
Una última reflexión:
Esperamos también que el ingenio de este Momento Intermedia con Maria Salamero aguante bien el paso de las agujas del reloj. Avancemos al futuro y recordemos que la salud de las personas, la transformación digital, una sociedad sana, la emergencia climática, la energía como reto transversal, una industria innovadora o el liderazgo tecnológico para el progreso del mundo y de las personas son los ejes estratégicos y la declaración de intenciones de los ingenieros industriales de Cataluña.
Justo antes de marcharse a pie de Via Laietana, Maria Salamero me recuerda que tienen muy claro que deben posicionarse tan bien y tener la misma visibilidad e influencia que el Cercle d’Economia o el Foro de Davos. Lo cierto es que nadie ha participado en mayores revoluciones que los ingenieros industriales. Dicho esto, sólo queda añadir: Make it happen.