Hoy, martes 11 de abril, ha muerto a los 88 años Joan Bayén, ‘Juanito’, el propietario del Bar Pinotxo.
La historia de Joan Bayén es la historia de la Boqueria. Con siete años se adentró en el negocio familiar, un modesto restaurante regentado por su madre, la Catalina, que ofrecía los mejores potajes del mercado. Los clientes le vieron crecer en el mercado junto a su amada mascota, un perro llamado ‘Pinotxo’.
Vestido con su emblemático chaleco y corbata, daba la bienvenida a los visitantes del mercado detrás de la barra del Pinotxo con su amable sonrisa. Sus míticos cortados y chuchos, los garbanzos con morcilla, los frijoles de Santa Pau, el capipota y tantos otros platos para chuparse los dedos eran la seña de identidad del Pinotxo.
Todo un emblema y embajador de la ciudad de Barcelona combinó la restauración con otra pasión: el deporte. Corrió los primeros 18 maratones de Barcelona, e incluso fue el encargado de llevar la antorcha Olímpica de 1992 desde Colón hasta la plaza Catalunya.
Jordi Mas, presidente de la Junta de Comerciantes del Mercado de la Boqueria, ha querido trasladar a la familia y amigos el pésame de parte de todos los comerciantes del mercado, y ha querido agradecerle su alma, esfuerzo y toda una vida detrás del mostrador proyectando la imagen de la ciudad en el mundo. «Pinotxo sólo hay uno, y a nosotros nos hubiera gustado tenerlo siempre», ha añadido.
Salvador Capdevila, presidente honorífico de la Junta de Comerciantes del Mercado de la Boqueria, siempre recordará a Joan Bayén como «el alma de la Boqueria, un maestro del oficio y embajador del mercado y de la ciudad».
En los próximos días, desde el Mercado de la Boqueria se llevarán a cabo varios homenajes para poner en valor la figura de Bayén.