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Opinión. El valor de los símbolos

  • 01 Abr 2019
  • Opinión
per Toni Rodriguez Pujol
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Partiendo de la base de que la comunicación no verbal es la más potente de todas, los teóricos la clasifican en indicial, icónica y simbólica. La primera es una simple señal: «calla», «di», «detente». La segunda representa una idea o una marca. La tercera es aquella de la que últimamente Cataluña está llena.

Dice el profesor Fernando Prieto Arellano (Universidad Carlos III) que en cualquier guerra, y por extensión, en cualquier conflicto, los símbolos tienen un valor fundamental para entender los planteamientos de los grupos en combate y los de los que los padecen. Y pone los ejemplos de la cruz esvástica por los judíos o la KGB por rusos antisoviéticos.

A la larga, sin embargo, los símbolos no representan lo que el emisor quería decir sino lo que el receptor entiende. Originariamente, la esvástica es un signo solar con que los hinduistas representaban la evolución y la involución del universo, una señal de buena suerte que incluso llevan pegada al pecho algunas imágenes de Buda. Nada que ver, pues, el terrorismo nacionalsocialista.

Otro caso de significación diametralmente opuesta y más cercano es el de los lazos amarillos que tan proliferan últimamente en barandillas y conversaciones de casa. Yellow Ribbon es una canción estadounidense que en realidad se llama «Tie a yellow ribbon round the ole oak tree», que alcanzó el primer lugar del hit parade USA en abril de 1973 y estuvo cuatro semanas, con unas ventas de tres millones de copias en tres semanas. La interpretaba Tony Orlando con Dawn y explicaba el amor de una esposa que recibe el marido recién salido de la cárcel con una gran profusión de Laco amarillos ligados a un roble cercano a su casa. El ex prisiones le había pedido que si todavía la amaba hay ligas uno como señal.

Se trata pues de una historia de amor, que los independentistas mutatis mutandi han utilizado como protesta por el encarcelamiento de sus líderes, y los antiindependentistas como una agresión intolerable a la unidad de España.

Y qué vo decir todo esto? Si respondiera Ramón de Campoamor, diría que «en este mundo traidor nada se verdad ni es mentira, todo es segun lo cristal con que se mira».

Pero si contestara un comunicador como nosotros, por ejemplo, diría que los símbolos son mensajes que han de gestionar adecuadamente, si no quieres que acaben teniendo una significación pública distinta a la que pretendía su creador.

Feliz mes de abril en todo el mundo!