Era lunes 13 de junio de 2022 cuando Francesco Fajula fue nombrado CEO de la Fundación Mobile World Capital. Licenciado en Ingeniería superior de Telecomunicaciones por la UPC, MBA en Esade y estudios superiores en IESE, Standford y Harvard. Rueda el mundo y vuelve al Born. Su trayectoria ha estado vinculada a cargos directivos en Tierra, Banesto, Santander, Sabadell y Dominion Global. “Estamos frente a un humanista, pero también de un financiero. Desearle buena suerte a él es desearnos buena suerte a todos”, asegura Toni Rodríguez antes de empezar el primer Intermedia Confidencial del año en el H10 Art Gallery de Barcelona.
Esta vez no existe la clásica entrevista del Momento Intermedia, pero sí una conversación distendida e interesante a la hora de comer. «Hace más de 15 años no se hablaba de emprendedores ni de startups y hoy, la Fundación Mobile World Capital es uno de los grandes éxitos de la colaboración público-privada», reivindica Fajula. Como también lo son Fira de Barcelona, ICREA o el Hospital de Sant Joan de Déu.
En el menú de la comida con Fajula hay una gran variedad de platos: gaps (digital, formación o mercado), avatares más allá de SecondLife -mundo virtual 3D online desde 2003-, el metaverso, la conectividad, el triángulo de industria, universidades y startups que realizan innovación, el regulador, los referentes femeninos o incluso un breve recordatorio a una antigua serie de emprendedores.
Fajula: «Hace más de 15 años no se hablaba de emprendedores ni de startups y hoy, la Fundación Mobile World Capital es uno de los grandes éxitos de la colaboración públicoprivada»
Merece la pena dar un par de vueltas a esta reflexión de Francesc Fajula: “Aquí somos muy autocríticos, pero Silicon Valley no es un jardín de flores y no nació de forma espontánea. Barcelona no es una plaza financiera, pero nos estamos verticalizando”. Congreso a congreso, vertical a vertical y partido a partido.
El legado
Como si de una gran película se tratara, el Mobile World Congress (MWC) llegó en 2006 directo desde Cannes hasta Fira Montjuïc de Barcelona. Como si de una gran boda se tratara, los organizadores del MWC y las diferentes administraciones se prometieron amor eterno este verano de 2022, consiguiendo que la capital catalana sea “la sede permanente” del MWC. Forever and ever.
La Fundación MWCapital nació en 2013 para promover la digitalización de la sociedad y del tejido empresarial y maximizar el mayor impacto y legado del congreso de móviles del mundo durante todo el año tanto en la capital catalana como en el territorio. Albert Ortas recuerda muy bien ese momento en el que el “Big Boss John Hoffman -CEO de GSMA-” hablaba de la capitalización del MWC en la ciudad de Barcelona. Dicho y hecho. ¿Cómo? Con la generación, atracción y retención del talento digital, el impacto de los pilotos tecnológicos o la creación de startups deep tech, entre otros. ¿Cómo? Con transferencia tecnológica.
Marcet: “El legado no es una tontería, es la capacidad de mirar desde el futuro y el presente que perdurará”.
Detengámonos, sin embargo, un breve instante en la palabra legado. El amigo y consultor Xavier Marcet habla a menudo: “El legado no es ninguna tontería, es la capacidad de mirar desde el futuro y el presente que perdurará”. Recuerdo un artículo suyo titulado Construir legado a La Vanguardia donde hacía la siguiente reflexión: “Caminemos mucho, pero ¿qué dejaremos después de caminar? Hay pocas preguntas más estratégicas que ésta”. No es lo mismo lo que es urgente que lo que es importante. Es una cuestión de prioridades y estrategia. Y aún una reflexión más que podría haber firmado lo mismo Peter F. Drucker: “Nos conmueve el mensaje que vemos a los ojos de quien con honestidad y esfuerzo será capaz de crear mejores futuros que los que intentamos dejarle”.
Y ahora, ¿qué tenemos? Vamos por partes: Cataluña es atractiva para la inversión en alta innovación y el talento internacional. Barcelona es un hub tecnológico y digital que va in crescendo y cotiza al alza en los distintos rankings europeos. ¿Qué tenemos? Aunque esto no es un anuncio de Estrella Damm, sí que vale la pena tener muy presente los grandes activos del ecosistema catalán: centros de excelencia, hubs digitales, miles de startups, miles de multinacionales, laboratorios de innovación, infraestructuras de primer nivel como el Barcelona Supercomputing Center (BSC), universidades y escuelas de negocio de referencia global, tejido empresarial competitivo… Francesc Fajula va todavía un paso más allá y da el titular más esperado: “Barcelona, capital del humanismo tecnológico del sur de Europa”.
El humanismo tecnológico
Pero, ¿qué es exactamente lo del humanismo tecnológico? Humanismo y tecnología. Tecnología y humanismo. Vamos por buen camino. El orden no altera el producto, pero sí esta «filosofía o corriente ideológica centrada en la intersección entre la ética y la innovación tecnológica». El CEO de la Fundación Mobile World Capital tiene muy claro que «la tecnología debe estar al servicio de las personas y no al revés» y que en toda transformación digital, primero viene el cambio cultural y después, la tecnología.
Los principales objetivos del humanismo tecnológico son: eliminar la brecha digital, garantizar la intimidad del usuario, velar por el uso ético de la nueva tecnología y buscar soluciones sostenibles. «La evolución del MWC -la fiesta de la tecnología- es la evolución de la sociedad digital», añade Fajula.
La lluvia de conceptos de su Twitter (@ffajula) es toda una declaración de intenciones y valores compartidos: liderazgo, digital, innovación, desarrollo de negocio, ecommerce, alianzas, crecimiento, expansión, tecnología y social.
Compartir es vivir y el futuro es de los conectores, de los que construyen alianzas y en definitiva, de los que dialogan, colaboran y cooperan.
Así, el gran reto de la Fundación Mobile World Capital es “la transición hacia una sociedad digital” y “generar y retener talento como herramienta de competitividad”. Y su espíritu es «la colaboración y no la competición». Compartir es vivir que dice el refrán popular y el futuro es de los conectores, de los que construyen alianzas y en definitiva, de los que dialogan, colaboran y cooperan.
El legado de Fajula será también el legado de la Fundación Mobile World Capital, el del Mobile World Congress y el de Barcelona. Caminos compartidos. Como también lo fueron para sus predecesores Carlos Grau, Aleix Valls, Agustí Cordón o Ginés Alarcón. Éxitos compartidos. La suya y nuestra suerte.
Que tengamos suerte, que dice la famosa canción de Lluís Llach.