A cualquier empresa u organización se le reclama una misión y visión que encaje en su proyecto u hoja de ruta. Cuando un colectivo de personas trabaja por el mismo objetivo, el éxito final de la empresa está más que garantizado.
Sin embargo, hoy no es suficiente. El mundo cambia a velocidad muy rápida y la sensibilización de la gente para recuperar nuestro planeta es cada día más creciente. Los valores ligados a la economía circular, el reciclaje o la sostenibilidad deben estar al orden del día de todas las organizaciones. Ninguna empresa puede darse la espalda, no se trata únicamente de generar puestos de trabajo dignos o beneficios para los accionistas. Hoy, la empresa es un agente de cambio.
Y un ejemplo es Anna Sorli, con su nuevo proyecto personal de moda sostenible llamado SOMIA. Una marca de ropa para mujeres con fuerte alma social y unos valores de empresa potentes. «Mi nuevo proyecto se basa en dar trabajo a mujeres con un alto riesgo de exclusión social y enseñar a la sociedad que hay otra forma de hacer moda gracias al reciclaje y la moda circular de alta calidad».
La Agencia Catalana de Residuos calcula que anualmente generamos 166 mil toneladas de restos textiles, unos 20 kilos por ciudadano/año. Sueña adopta unos valores tangibles para posicionarse en el mercado, promoviendo una comunicación y un marketing que huye de los clásicos intangibles.
Felicidades y muchos logros Anna Sorli!