Lo cierto es que la previa de la llegada de Benedicto XVI ha dado lugar a incidentes y declaraciones desafortunadas desde tribunas laicas y religiosas, ya sea en las redes sociales, en las plazas o en intervenciones públicas. Todo ello ha ensombrencido el acontecimiento en sí: las Jornadas Mundiales de la Juventud que hoy se inauguran con la llegada del Pontífice. Desde aquí solo confiamos en que se calmen los ánimos y que el debate -como debería ser en democracia- sea civilizado y de ideas, y no de lugar a enfrentamientos violentos. Unos y otros (y los muchos que están en medio, sin extremismos) corren el riesgo de perder credibilidad. Tengamos la fiesta en paz. Luego ya discutiremos qué se ha hecho bien y qué no en la organización de una multitudinaria visita religiosa en un país aconfesional.
¡Que viene el Papa! (es)
per Carles Matamoros
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